“Drama em gente”, de José Mª Cumbreño

El padre de Fernando Pessoa en realidad no era su padre.

Con su madre hablaba en un idioma extranjero.

Sus hermanos eran hermanos suyos sólo a medias.

La lengua en la que aprendió a hablar no era la lengua en la que luego escribió.

Escribía en medio de una multitud, pero vivía solo.

Escribía de pie. Escribía de noche.

Su único amor llevaba el nombre de una heroína suicida.

Se mudó más de veinte veces dentro de la misma ciudad.

Jamás salió de Lisboa. Aunque varias veces llegó al fin del mundo. Y regresó.

 

José Mª Cumbreño
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Ediciones Papeles Mínimos

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