Cuídate mucho
de los que sólo miran,
de los que siempre
están detrás,
de esos a los que nunca
se dirige nadie.
Cuídate
mucho de ellos.
Con el tiempo
–si pueden–,
te buscarán
para vengarse.
Karmelo C. Iribarren
La ciudad
Ed. Renacimiento