Después de hacer balance,
tras considerar
la situación de arriba abajo,
en frío,
he decidido
no volarme hoy tampoco
la tapa de los sesos.
Nunca se sabe, con la vida,
me he dicho.
Y además,
qué carajo: ya que me trata
peor que a un perro,
que se tome ella
la molestia de matarme.
Karmelo C. Iribarren
Desde el fondo de la barra
Ed. Línea de Fuego