Salí a la calle y no vi a nadie,
salí a la calle y no vi a nadie,
¡oh, Señor!, desciende por fin
porque en el Infierno ya no hay nadie.
Leopoldo María Panero
Narciso en el acorde último de las flautas
Huerga & Fierro Editores
Salí a la calle y no vi a nadie,
salí a la calle y no vi a nadie,
¡oh, Señor!, desciende por fin
porque en el Infierno ya no hay nadie.
Leopoldo María Panero
Narciso en el acorde último de las flautas
Huerga & Fierro Editores