Convendría reinventarlo de nuevo todo: reinventar la gramática y la historia, reconstruir la geografía, cambiar la Luna, conservar el Sol para no equivocarnos en los cambios y porque siempre es necesario tener un punto de partida. Y desde ahí, desde la desnudez que da la luz, empezar otra vez esta mentira Empezar otra vez a ser los mismos, inventarnos palabras para tapar los gritos del silencio, decir amor para que el miedo no nos mate. Y llamar Luna a cualquier cosa que nos cuelguen del cielo y dé una luz escasa y mortecina. Después: contar la historia. Y empezar a pensar que convendría reinventarlo todo de nuevo. Francisca Aguirre Los trescientos escalones Bartleby Editores
Archivo de la categoría: poemas
«Ya sé que somos…», de Alba Magdalena
ya sé que somos todo o nada pero la misma cosa tú eres tan hombre que también eres mujer yo tan mujer que puedo ser hombre y juntas sólo somos tú y yo y juntos también somos nosotras Alba Magdalena Hilo y agua Editorial Gato Encerrado
«El mundo no es un sitio…», de Alba Magdalena
el mundo no es un sitio donde sepa estar hasta que calculo el tamaño del universo no soy nada se vuelve sencillo y me ubico Alba Magdalena Hilo y agua Editorial Gato Encerrado
«Sé lo que es esperar…», de Ángel González
Sé lo que es esperar: ¡esperé tantos días y tantas cosas de mi vida! Los inviernos tediosos esperando, los veranos, bajo el sol, esperando, el luminoso y amarillo otoño –bella estación para esperar– e incluso la primavera abierta a toda espera más próxima que nunca a realizarse, me han visto inútilmente, pero firme, tenaz, ilusionado, en el lugar y la hora de la cita, alta la fe y el corazón en punto. Alta la fe y el corazón dispuesto, igual que tantas veces, aquí sigo, en la esquina del tiempo –vendrá pronto– tras un limpio cristal de sol, de lluvia o de aire, acodado en el claro mirador de los vientos, mientras pasan y pasan los meses y los días. Ángel González Sin esperanza con convencimiento
«quizá es imposible crear algo…», de Alba Magdalena
XXVI quizá es imposible crear algo que sea realmente hermoso como una oración sin culpabilidad como un baño sucio quiero decir la espuma me empezó a pesar demasiado sobre los hombros cuando vi que no había ojos en el espejo pude darme la vuelta sin dar un solo paso la puerta abierta cuando esto se pone mediocre y hoy es el día lo siento ojalá os encontrarais en otro lugar con la mente en blanco y claro las manos limpias es imposible hacerlo realmente bonito como cuatro líneas que nunca se juntan como el pomo de un cajón como una cortina y una ventana transparentes quiero decir Alba Magdalena Hilo y agua Editorial Gato Encerrado
«Wrongo cree que los filósofos…», de Jorge Riechmann
Wrongo cree que los filósofos trabajan más bien con la vista y los poetas en cambio son animales de olfato los primeros bichos más bien apolíneos caminan elegantes bañados por la luz los segundos como topos miopes y confusos excavan galerías husmeando en busca de algunos vegetales comestibles y de vez en cuando se cruzan con otros resabiados viejos topos se reconocen intercambian tubérculos y hay alborozo en lo oscuro Jorge Riechmann W - Rengo Wrongo seguido de Historias del señor W. Editorial Gato Encerrado
«Cucarachas», de Félix Chacón
En caso de hecatombe nuclear solo las cucarachas y otros inmundos seres poblarán el planeta Seguro que los hombres se encuentran en la lista del arca de Noé Al menos esa élite que pueda costear el precio del pasaje y el elevado importe de las operaciones quirúrgicas que permitan adaptarse a las nuevas condiciones atmosféricas Los pregoneros del apocalipsis pueden estar tranquilos Quien dijo cucarachas probablemente hablaba de forma metafórica a modo de parábola Félix Chacón Decoración de interiores Amargord
«Las ciudades», de Karmelo C. Iribarren
Me gustan las ciudades, sus plazas, sus calles, sus esquinas, sentarme en la terraza de un bar con un café delante y dejar que pase el tiempo, sin hacer nada, sin prisa, observando esto y aquello, y luego ir a alguna librería y revolver un poco los estantes, y si hay río cruzar el puente y repetir la misma operación al otro lado. Me gusta estar solo entre la gente, no ser nadie, no tener que ir a ningún sitio pero poder ir a todos. Me gusta la primera vez que me asomo al espejo del baño del hotel, ese momento de suspense, recién llegado, cuando no sabes si va a aparecer tu rostro o el del último huésped, atrapado aún en la memoria del azogue. Me gustan los parques y los ríos urbanos, pasear por ellos, a su lado, especialmente en otoño. Me gustan las ciudades, sí: andar, mirar, vivir, enamorarme de esa mujer del vestido rojo… Karmelo C. Iribarren Las luces interiores Renacimiento
«¿Qué hiciste en la vida?», de Begoña Abad
¿Qué hiciste en la vida? Caer y levantarme. Aprender a curar heridas magulladas. Echar remiendos en los desgarros. Inventar menús para los que tenían hambre. Caer y levantarme. Escuchar los gritos silenciosos del miedo. Hacer hueco para que cupieran todos. Sumar y multiplicar la alegría de diario. Restar y dividir la angustia y la tristura. Abrir puertas. Caer y mirar desde ahí. Caer y levantarme. Begoña Abad A la izquierda del padre Ruleta Rusa
«La Bestia lanza sus redes…», de Jorge Riechmann
La Bestia lanza sus redes De cada gramo de materia y cada watio de energía y cada bit de información negocio La Bestia salivante envía sus exploradores y luego sus brigadas de maquinaria especializada Cartografiar Deslindar Apropiar Trocear Vender Acumular Reconfigurar pulsiones y deseos imaginación y memoria de manera que la circulación de mercancías no se vea estorbada por algo tan impredecible y primitivo como las subjetividades humanas La Bestia se satisface a sí misma y sigue digiriendo creciendo y recreciendo absorta en su narcisista afán de coincidir con el entero universo Por desgracia –se duele Wrongo— no es ninguna visión y queda fuera de lugar el sólito reproche de terrorismo poético Jorge Riechmann W - Rengo Wrongo seguido de Historias del señor W. Editorial Gato Encerrado