Mi peso es idéntico al de la primera vez que estuve aquí cuatro años atrás por entonces ya estaba enamorada.
Me ha costado llegar de nuevo ahora físicamente estoy más fuerte pero mentalmente no lo soy.
Me he vuelto más asustadiza y ya no solo es la velocidad de los coches lo que me paraliza sino que me aterran otras cosas como plantar la esterilla y la bolsa de playa debajo de un árbol o debajo de una roca alta por si se desploman y caen sobre mí.
Me asustan ahora también las caídas de los niños y las playas amplias excesivamente amplias Y sus olas repetitivas paralelas me desconciertan provocan mi perdición con su arsénico ondeo Un estado hipnótico que me deja undívaga demasiada facilidad por eso ahora tampoco cojo en brazos a los niños.
Supongo que alimentada de ti me he convertido en una pusilánime para el amor para la vida y para la muerte el rabo entre las piernas.
No se muere de cobarde todas las cobardes morimos (ya estamos muertas)
El próximo jueves, 29 de febrero, estaremos en el Aleatorio presentando Otra conversación, de Sofía Morante, a la que acompañará Delgado. Un lujo poder formar parte de los actos de celebración del décimo aniversario de un lugar que tanto nos ha dado.
Este sábado nos vamos a Madrid para celebrar en Aleatorio un recital conjunto con la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker, partido de vuelta porque en septiembre ya estuvimos juntos en Toledo.
Hace un año, “Miedo al ruido”, un poema de Paloma Camacho Arístegui, inspiró un proyecto social al que llamaron de la misma manera y que se concretó en un vídeo musical realizado sin ánimo de lucro y sin ninguna relación con entidades políticas, religiosas o empresariales. Su objetivo: denunciar la verdadera situación que sufren millones de personas debido a la inhumana gestión de Europa. Las imágenes son de Patxi Beltz, cooperante de Médicos Sin Fronteras, y la canción que las acompaña está interpretada por Titxu Vélez y Nacho Aldeguer. Fue compuesta por Adriá Navarro y producida por Jon Barrena. Todo el montaje es de Patty de Frutos. Durante el mismo también pueden escucharse versos recitados de Carlos Salem, Ana Pérez Cañamares, Gsús Bonilla, Silvi Orión y Escandar Algeet.
El poema «Miedo al ruido» está incluido en el poemario Cartografía de un abandono, que se presentará mañana a las 21 horas en el Aleatorio (calle Ruiz, 7, Madrid).
Un trueno estalla en el cielo
su rugido embiste los oídos
de quien no olvida el eco de las bombas.
Las mujeres se tiran al suelo
cubren, asustadas, las cabezas de sus hijos
la lluvia deforma el paisaje
convirtiendo esta aldea
en un campo de círculos mal dibujados.
Hace un año, “Miedo al ruido” inspiró un proyecto social al que llamaron de la misma manera y que se concretó en un vídeo musical realizado sin ánimo de lucro y sin ninguna relación con entidades políticas, religiosas o empresariales. Su objetivo: denunciar la verdadera situación que sufren millones de personas debido a la inhumana gestión de Europa. Las imágenes son de Patxi Beltz, cooperante de Médicos Sin Fronteras, y la canción que las acompaña está interpretada por Titxu Vélez y Nacho Aldeguer. Fue compuesta por Adriá Navarro y producida por Jon Barrena. Todo el montaje es de Patty de Frutos. Durante el mismo también pueden escucharse versos recitados de Carlos Salem, Ana Pérez Cañamares, Gsús Bonilla, Silvi Orión y Escandar Algeet.
El jueves que viene, día 15, será la presentación de Cartografía de un abandono, de Paloma Camacho Arístegui. Tendrá lugar en el Aleatorio de Madrid. Contaremos con la presencia de Escandar Algeet, que ha prologado el libro, Félix Chacón y la propia autora.
Este jueves, 11 de mayo, se presentará El falso llano, de Óscar Aguado, en el Aleatorio de Madrid. Carlos Ávila y Félix Chacón acompañarán al autor y presentarán el acto. Será a las 21 horas. Os esperamos.
Se llama “falso llano” a un terreno que parece llano pero que realmente está lleno de desniveles. No sabemos cómo pudo confundir Óscar Aguado el casco histórico de Toledo y sus innumerables cuestas con una planicie, pero allí fue a parar en el invierno de 2014 para escapar de una ruptura amorosa que lo había dejado hecho añicos. Durante muchos meses, Toledo fue el lugar idóneo para volver a unir los trozos de sí mismo que pudo salvar y escribir este libro, un poemario de amor íntimo y sincero que se convirtió en la empinada cuesta que tuvo que subir para seguir adelante.
Hay viejas
con voz de vieja
Sentadas con el cuello
estirado como un árbol
viejo
obsceno
Alisadas en el estiramiento
como una goma pasada
Pero
tienen voz de vieja
y son viejas
feas en su permanente
e inalcanzable belleza
e insisten en llamarse
Venus
pero son viejas
y lo saben
Pero somos viejas
y lo sabemos
Hay viejas que sonríen
sin temor al sarmiento
Viejas que se encorvan
Saben del paso del tiempo
y le miran a la cara
Andan despacio
sin trampas
Y se ponen sombreros
rosas y zapato plano
Y esconden su piel bajo las medias
porque las medias abrazan
Pero
su voz es joven
y son jóvenes
guapas en su permanente
y natural belleza
y siguen llamándose Marie
y son viejas
y lo saben
y somos viejas y lo sabemos
Mañana Venus y Marie morirán
y sus vestidos serán nuestra mortaja